El clítoris, tabúes, tabúes y mas tabús.
¿Ustedes lo conocen?, ¿ Saben de qué tamaño lo tienen?, ¿Han sentido su textura?, ¿Conocen la sensación de llegar a un orgasmo con solo tocarlo?. Si han respondido a todas las preguntas de forma negativa les puedo decir ¡Qué esperan para empezar a hacerlo!
La masturbación (femenina o masculina) sigue generando muchos tabuès, pero la más castigada sigue siendo sin duda la que concierne a las féminas. Cuántas películas comerciales han visto en las que salgan escenas de una mujer tocándose, ¿1 ò 2?. Yo solo recuerdo hasta el momento la del Cisne Negro, esa escena en que Natalie Portman en su papel de Nina Sayers se deja llevar por sus fantasías hasta llegar al orgasmo, tal vez responda a la ley de la oferta y demanda, aunque podría jurar que tú que estás leyendo esto miles de veces te has cuestionado sobre el tema y has tenido la cosquillita de buscar en la red pero te detienes por el qué dirán o qué pensarán, y ahí termina la cosa, reprimes tus deseos y sigues fantaseando, cuando literal tienes es placer en tus manos.
Desde que somos niñas nos enseñan a no tocarnos, pero cuándo descubres por casualidad o intencional que el roce de aquella parte escondida entre los muslos puede generar placer en igual o mayor intensidad que el coito créeme que jamás volverás a pasar noches de insomnio o deseando que cualquier hijo de vecina te lleve a la cama para tener una noche de placer.
Cierra la puerta de tu cuarto, corre el pasador e inicia la aventura de conocerte, desnúdate lento muy despacito saboreando el roce tus ropas al caer, reconoce el tipo de movimiento que te hace enrojecer, la velocidad o lentitud que debes aplicar para sentir la humedad entre tus piernas, identifica cuándo estás a punto de llegar al clímax, desarrolla la habilidad de detenerte un momento e iniciar el proceso de nuevo. Disfrútate una y otra vez sin reparar en complejos, miedos o dudas. Lo que sucede de la puerta de tu cuarto hacia dentro solo te compete a ti.
No todas respondemos de mismo modo por lo que no puedo darte una guía paso a paso, pero si te puedo asegurar que ya tienes los ingredientes necesarios que son tu clítoris, las manos y mucha imaginación. No delegues la responsabilidad de tu placer al sexo masculino, que si bien son muy hábiles tampoco son adivinos si cuando nos preguntan qué queremos o cómo lo queremos si siempre respondemos “no lo sé” porque en efecto no tenemos ni idea. Puede llegar a ser muy frustrante para ellos no cumplir con tus expectativas, ayudémosles un poquito diciéndoles de qué sabor y de cuantas leches queremos nuestro rico pastel.